MOVIMIENTO DE AMOR INTERRUMPIDO
- Autora: Carmen Luzón Alfonso. Psicóloga (Nº colegiada MU-01219)
- Publicado en la Revista Terapia Gestalt Nº 29 de la Asoc, Española de Terapia Gestalt. "La Unión de las diferencias". Ed. La Llave 2009..
"De nuestra madre nacimos... Nunca nadie ha estado ni estará más cerca y más unido a nosotros que nuestra madre. Fue nuestra felicidad primera y más profunda [...] La primera infelicidad, la primera experiencia dolorosa de desdicha, es la separación de la madre en el parto". Bert Hellinger.
Vinculación con la madre
Desde el embarazo se inicia la vinculación entre la madre y el hijo. Ella se relaciona con su bebé de muchas maneras, acariciando su barriga, hablándole, sintiendo sus movimientos,... también el padre, si está presente y cercano, participa de la experiencia.
A continuación viene el parto, y como dice Laura Rincón en su libro "Así fluye el amor" (2004):
"El parto, es una situación que supone, tanto para la madre como para el bebé, esfuerzo, cansancio, tensión, dolor físico y en ocasiones peligro y miedo. Esa situación tensa debe llegar a la polaridad contraria una vez que el niño está fuera del cuerpo de la madre; debemos permitir a ambos sentir juntos la felicidad del primer encuentro, la relajación, el contacto visual [...] conocerse y estar juntos para disfrutar del encuentro y el amor [...] genera un vínculo profundo entre ambos".
El niño nace con un impulso natural de acercamiento a la madre. Esta es la figura más importante de su vida. El primer contacto lo realiza con ella, y él se abre para recibir todo su amor y protección.
El amor que la madre le transmite, le aporta la seguridad, confianza y calor que necesita; y es que el hijo necesita mucho de alimento interno, porque la comida no es suficiente. Cuando lo abraza y lo alimenta, con su leche, está fluyendo una energía invisible que llamamos amor. No hay otra relación que sea tan cercana. La necesidad de la presencia de la madre -su presencia literal, real- es absoluta.
Sin embargo, si cuando somos demasiado pequeños e indefensos, este impulso o movimiento natural hacia la madre, se detiene de forma brusca y repentina, por ejemplo, si el hijo ha vivido una separación prematura, una fuerte sensación de rechazo, o se siente herido, estas vivencias pueden originar que el movimiento natural de acercamiento se interrumpa.
Bert Hellinger llama movimiento interrumpido al dolor del hijo frente a una separación, a temprana edad, de sus progenitores, básicamente cuando se trata de la madre. El hijo siente el dolor de la separación con sentimientos de rabia, desesperación y tristeza.
Las situaciones que pueden originarlo son:
- un parto complicado, donde la vida del hijo y/o de la madre corren peligro de muerte,
- el bebé tiene que quedarse en una incubadora durante un tiempo,
- la madre muere poco tiempo después de dar a luz,
- la acogida temporal por otros familiares, o entrega en adopción,
- la madre sufre una enfermedad que la incapacita para ejercer su labor de atención y cuidado,
- separaciones, por viajes de los padres, durante los primeros años en la vida del hijo,
- sentimientos de rabia, tristeza o dolor en la madre, durante el embarazo, que pueden ser debidos a, problemas con su pareja, muerte de alguna persona cercana a ella, o cualquier situación que tenga un impacto emocional, que la deje sumida en un dolor tal que no quede disponible, emocionalmente, para vivir con entrega el nacimiento de su hijo.
La presencia de la madre da seguridad. El temor de perderla, es el primer terror que conocemos. Para el hijo es muy doloroso no poder sentir, durante su primera infancia, el contacto, el abrazo, la mirada y la protección de la madre. Si no recibe lo que tanto necesita, le inunda una sensación de estar solo, de sentirse abandonado y rechazado. Es tan pequeño que no puede asimilar el dolor de una separación y cuanto más pronto suceda, más traumática será para él. Como consecuencia, la relación entre la madre y el hijo va a resultar muy dañada. Además, el hijo va a crecer con esta necesidad insatisfecha, pasando el resto de su vida buscando el abrazo o la cercanía que le faltó. El periodo de separación es decisivo para definir la personalidad del niño, que podrá ser muy vulnerable y desconfiada, pudiendo llegar a convertirse en una persona que no confíe en nada ni en nadie, ni siquiera en su propia madre. Le puede llevar, además, a una posición existencial de desvalorización y desamor que interprete como: "mi Madre / mi Padre no me dieron el amor que me correspondía, mis padres no me amaron".El niño que desea estar junto a su madre, y ésta está continuamente ausente, puede descubrir que el amor y la necesidad de tenerla cerca resulta muy doloroso.
"Quien de niño haya tenido esta experiencia no encuentra como adulto la valentía de entregarse por completo al amor de su pareja. Está atrapado entre la nostalgia y sus experiencias negativas..." Bertold Ulsamer, 2004.
Cuando llegue a adulto, va a repetir, inconscientemente, esta misma dinámica e interrumpirá la aproximación hacia las personas que ama. Cada vez que quiera acercarse a alguien, le aparecerán los recuerdos dolorosos y reaccionará con los mismos sentimientos y síntomas corporales. Al mismo tiempo, deseará acercarse y temerá la aproximación. Es decir, en vez de dirigirse al otro hasta alcanzar su meta, la persona retrocede, o inicia un movimiento circular, que lo hace volver al punto de partida y así repetir el sentimiento de abandono que vivió en el momento de nacer. El acercamiento amoroso queda interrumpido.
Para la persona es muy duro vivir esta situación, desea algo con todas sus fuerzas y, al mismo tiempo, se impide la posibilidad de alcanzarlo. Desarrolla un miedo a la intimidad. En el fondo lo que está evitando es ser rechazado.Bert Hellinger concluyó que en el fondo de todas las neurosis se hallan los movimientos amorosos interrumpidos hacia los padres y da una descripción en el libro Felicidad Dual (1999):
"La neurosis nace en el punto en el que se interrumpió un movimiento hacia uno de los padres, y el comportamiento neurótico no es más que un movimiento circular que, una y otra vez, vuelve al mismo punto en vez de avanzar. Con el recuerdo del movimiento interrumpido surge un sentimiento, una decisión, y así se da la vuelta, siguiendo el círculo, en vez de seguir adelante, y al volver al punto de partida, nuevamente se inicia lo mismo."
El recuerdo de la interrupción se halla en el fondo como un dolor no encauzado y reconvertido en enfermedad y malestar. En palabras de Bert Hellinger (2001):
"Determinadas enfermedades tienen su origen en movimientos interrumpidos hacia uno de los padres, [...] los dolores cardíacos o los dolores de cabeza frecuentemente expresan un amor retenido, y los dolores de espalda muchas veces se desarrollan cuando la persona se niega a realizar una inclinación profunda hacia la madre o el padre."Especialmente detrás de la depresión y la resignación, con frecuencia la persona siempre vuelve a estar expuesta a situaciones y sentimientos vinculados con aquellas, en las que un movimiento de acercamiento, jamás encontró una respuesta.
Completar el movimiento
Constelaciones Familiares, es un tipo de terapia sistémica familiar desarrollado por Bert Hellinger que comparte con la terapia Gestalt recoger y representar la emergencia de una nueva figura en el sistema familiar a través de micromovimientos, permitiendo una regulación homeostática que da vía libre al movimiento coartado para que éste siga su curso.
La terapia se desarrolla en grupo (aunque también existen las sesiones individuales). La persona que quiere trabajar, elige entre los participantes, representantes para los miembros de su familia, incluyendo uno para sí mismo. A continuación, guiado por su intuición, los posiciona en el espacio de la sala, relacionándolos unos con otros.
El terapeuta acompaña todo el proceso hasta llegar a una solución. El trabajo está orientado a equilibrar el sistema familiar y a transformar el amor de cada miembro en fuerza vital. Uno de los temas que más se trabajan en constelaciones familiares es el de completar el movimiento de acercamiento, que quedó interrumpido. Este proceso permite al cliente integrar, en su vida adulta, los acontecimientos de su infancia. Para conseguirlo, hay que volver a la edad en que quedó detenido y satisfacer las necesidades de la niñez.
Se trabaja con la madre (o el padre) o mediante representantes de los mismos. Cuando la interrupción se trata a una edad temprana, el terapeuta indica a la madre que, a consulta, vaya acompañada de su hijo para trabajar el movimiento interrumpido, ya que ella es la persona más adecuada para ayudarle, no un representante. La madre, guiada por el terapeuta, coge en brazos a su hijo, lo sujeta con cariño y firmeza hasta que el amor, que se había transformado en rabia y dolor, a raíz de la interrupción, vuelva a fluir hacia la madre.
La interrupción del movimiento de acercamiento también puede ocurrir hacia el padre.
Durante la sesión, sería la madre la que actuara de vínculo entre el hijo y el padre. Según Hellinger, en el caso de los adultos, es el terapeuta el que ha de representar a la madre (a veces al padre) para el cliente. En estos casos, en lugar de organizar una constelación, el terapeuta se sienta frente al cliente y crea un clima de seguridad para que pueda volver a experimentar, en pequeñas dosis, una parte del dolor que vivió en su niñez porque su madre no estaba disponible. El terapeuta pide al cliente que cierre los ojos, incline la cabeza levemente, respire profundamente con la boca abierta y después con más rapidez, porque, según explica Hellinger: "...si la boca está cerrada, el cliente retiene el sentimiento. Y, si la respiración es poco profunda, también retiene la emoción [...] "Poco a poco, la persona conecta con el niño de su infancia y el terapeuta con la madre de aquél momento. El cliente comienza a experimentar la misma situación y el mismo sentimiento de dolor que le produjo la separación.
Llegados a este punto, donde tuvo lugar la interrupción temprana, el terapeuta abraza al cliente, como si fuese una madre que sostiene a su bebé, ofreciéndole seguridad, para contenerle y acompañarle a atravesar el dolor que provocó la separación. Está reviviendo su abandono original. Un viejo dolor.
Durante todo el proceso, el terapeuta va a estar junto al cliente, hasta que complete el movimiento interrumpido hacia la madre. Una vez completado, la persona se siente aliviada, lo notamos en su respiración que se vuelve lenta y profunda. Siente calma interior, como si dejara que por fin, descansara el pasado. El cliente vive la experiencia de manera nueva, y eso le va a permitir realizar con más facilidad el movimiento de acercarse a otras personas.
Finalmente, el terapeuta, que sigue representando a la madre, le indica al cliente que se incline ante la figura materna. La inclinación es un acto interior de respeto y un movimiento de acercamiento hacia los padres, que permite que el amor fluya y complete el proceso. Tal vez el terapeuta pida al cliente que agradezca a su madre, conscientemente, el hecho de haberle dado la vida y se disponga a recibir, de ella, sus dones. Es posible que completar el movimiento interrumpido no se logre en una sola sesión, y sea necesario repetir el proceso varias veces, hasta que llegue el momento en que el cliente no repita las viejas pautas y se mantenga en el amor.
"La solución únicamente pasa por tomar a los padres". Bert HellingerTomar a la madre y al padre
Sin duda es un tema esencial, para seguir avanzando en la vida, el haber "tomado" el amor de la madre primero, luego del padre...
¿Qué quiere decir Tomar? Tomar a los padres es tomar, sin exigir ni reprochar, todo lo que nos dan y lo primero que nos dan es la vida. Es importante que sean reconocidos por ello.
"Quien asiente a sus padres, tal como son toma la plenitud de la vida, tal como es" . Bert Hellinger.Cuando los hemos tomado, estamos listos para mirar con amor hacia adelante y formar nuestra propia familia.
Bibliografía
- Felicidad Dual. Bert Hellinger y su psicoterapia sistémica. Gunthard Weber. Ed. Herder, 1999.
- El libro del niño. Una visión revolucionaria de la educación infantil. Osho. Ed. Debate, Madrid, 1999.
- Reconocer lo que es: Conversaciones sobre implicaciones y desenlaces logrados. Bert Hellinger; Gabriele ten Hövel. Ed.Herder, 2000.
- Los Órdenes del amor. Cursos seleccionados de Bert Hellinger. Bert Hellinger. Ed. Herder, 2001.
- Así fluye el amor. Laura Rincón Gallardo. Ed. Pax México, 2004.
- Sin raíces no hay alas. La terapia sistémica de Bert Hellinger. Bertold Ulsamer. Ed. Luciérnaga, 2004.
- Cuando cierro los ojos te puedo ver. Ursula Franke. Ed. Alma Lepik, 2005.
- Imágenes que solucionan. Bert Hellinger y Tiiu Bolzmann. Ed. Alma Lepik, 2006.
- El Abrazo con Sentido. Revista del Primer Congreso Internacional. Laura Rincón Gallardo. 2006.
- Pensamientos en el camino. Bert Hellinger. Ed. Rigden-Institut Gestalt, 2006.
- Las raíces del amor. Svagito R. Liebermeister. Ed. Gulaab, 2007.
- Entrevista a Bert Hellinger en Barcelona. Diciembre 2001. por Mireia Darder, Ramón Resino y Joan Garriga.
ANÁLISIS TRANSACCIONAL
Análisis Transaccional (AT), encuadrado dentro de la psicología humanista, es una teoría psicológica para comprender la personalidad humana y las relaciones con los demás, las decisiones tempranas que tomamos en nuestra vida, el por qué de ciertos sentimientos, formas de pensar.
Fue propuesto por Eric Berne (1910-1970), psiquiatra y psicoterapeuta estadounidense, a partir de los años 1950 en Estados Unidos.
El concepto de GUION DE VIDA, junto al modelo de los ESTADOS DEL YO, es la base del Análisis Transaccional.
Estructura de la Personalidad
Podemos darnos cuenta que a veces vivimos varias personalidades alternativamente, y a esas personalidades el A.T. le llamó Estados del Yo: Padre, Adulto y Niño.
Estados del YO
Padre - Adulto - Niño
A través de su teoría de los Estados del
Yo podemos comprender mejor las relaciones sociales y los
conflictos que surgen entre ellas.
Cuando nos expresamos lo hacemos desde uno de estos tres patrones de conducta o estados del yo: Padre (P), Adulto (A) o Niño (N).
Es útil conocer cada uno de ellos, saber desde cuál estado estamos actuando y así saber si estamos utilizando el adecuado para la situación.
Estos estados del Yo se manifiestan a través de conductas muy parecidas a las de un padre, un adulto o un niño, por esta razón Eric Berne los denominó P adre - A dulto - N iño.
Cada persona, independientemente de su edad (a partir de los 5-7 años), puede tener comportamientos Padre, Adulto o Niño.
E l P a d r e / M a d r e (P)
Decimos que estamos en Estado del Yo Padre o Madre cuando me comporto, actúo o siento de manera similar a como lo hacían mis padres o figuras de autoridad para mí.
Es la parte de nuestra personalidad regida por el principio del deber.
Aquí están las costumbres, la moral, las obligaciones, los condicionamientos... donde se fijan las normas, y en muchísimos casos está desactualizado, se mantiene más anclado en sus ideas,
Funciona como una
grabación que se hizo en su momento y sigue repitiendo siempre lo
mismo mientras no se vuelva a hacer una nueva grabación
encima.
Se formó a partir
de la información que adquirimos al ver cómo se comportaban
nuestros padres o educadores.
E l A d u l t o (A)
Decimos que estamos en el Estado del Yo Adulto, cuando me comporto de manera objetiva, según lo que está sucediendo en el presente, y con la información y recursos de los que dispongo.
Sabe lo que conviene hacer. Razona, analiza, calcula probabilidades, usa la lógica, da y pide información.
Es sereno, calmado,
actúa desde el aquí y
ahora. Sabe lo que conviene
hacer. No le gusta predominar, y sí colaborar. No responsabiliza a
los demás de sus problemas. Sabe decir NO. Tiene libertad de opción
y cambio. No se implica emocionalmente en las decisiones que
toma.
Si el Adulto
actualiza sus informaciones, sus respuestas serán acertadas.
E l N i ñ o (N)
Decimos que estamos en el Estado del Yo Niño cuando me siento o me comporto como lo hacía en el pasado cuando era un niño pequeño.
Es el que hace en cada momento lo que le apetece o le gusta. Lo suyo es la intuición, la parte mágica y creativa. Es ingenuo y natural. Dice cuando algo le gusta y lo que le disgusta. Goza, sufre, siente. Busca cariño y aceptación. Fantasea y sueña. Es alegre, entusiasta y vivaz.
Dispone de una gran fuerza interior.
EN QUÉ ESTADO DEL YO me encuentro
Es bueno
distinguir
cada uno de los estados, de ese modo si uno se sorprende utilizando
el inadecuado para el momento, lo puede cambiar.
En general, si uno está en el trabajo puede ser Adulto o Padre, pero no Niño (salvo que trabaje de payaso o animador infantil); si uno está jugando no debe ser Adulto, y aún menos ser Padre, porque no le acompañaría en su juego; si uno tiene que tomar una decisión importante, es mejor que sea el Adulto quien se encargue, y no el Padre ni el Niño.
Para que la comunicación con las demás personas prospere de un modo adecuado, conviene que nos pongamos en el mismo nivel desde el que nos están hablando.
Si me están dando una información importante en el trabajo, no conviene que sea Niño y me comporte como tal; si estoy jugando con un niño pequeño no es conveniente que lo haga desde el Padre o el Adulto, porque ninguno de ellos sabe jugar; si estoy en un velatorio es adecuado que sea Adulto, pero no Niño.
Los errores y conflictos en la comunicación se provocan al hablar desde distintos estados del yo.
Para que las relaciones con los demás, y con nosotros mismos, se desarrollen del modo adecuado, conviene tener en cuenta en qué estado del yo nos encontramos, cómo debemos usarlo, cuándo, y con quién.
Debes estar en todos en el momento adecuado, pero siendo consciente, y, sobre todo, no dejar nunca de ser tú mismo independientemente del estado del yo en que te encuentres.
Pero, atención, porque uno de ellos puede dominar y excluir a los otros dos y eso no es lo correcto.
Hemos de aprender a manejarnos bien en todos, y ser íntegro cuando estés en cada uno de ellos. Estos estados no tienen nada que ver con la edad de cada uno. Es precioso ser Niño cuando uno ya está jubilado, y es digno de admiración el niño que sabe ser Adulto cuando es necesario.
EL GUIÓN DE VIDA
EFECTOS DE LA MEDITACIÓN EN LA TERAPIA
Cuáles son los efectos de la Meditación en el proceso Terapéutico
La Meditación es una práctica de silencio interno, de observación, de permisividad donde no hay juicios. Es un momento de paz y serenidad en el cual aprendemos a relajarnos y respirar, a darnos espacio, a ver pasar las ideas y no engancharnos a ellas, a dejarnos sentir y fluir con la vida sin esfuerzo.
Meditar nos proporciona bienestar corporal, claridad mental, calma interna. Nos lleva al lugar en nuestro interior donde está nuestra fortaleza y nuestra fuente de sabiduría, no hay que hacer nada, ya está bien tal como somos.
Un principio básico de la meditación: cultivar la atención: aumentar la capacidad de atención reduciendo la tendencia a la distracción. Esto tiene ventajas para el proceso terapéutico.
Meditar
No es evadir tu realidad. En la meditación nos encontramos con lo que hay dentro de nosotros, no se trata de negar lo que nos pasa. Si una persona está muy nerviosa, acelerada, o preocupada, se encuentra con su tensión. Lo que aprendemos es a oír ese barullo y no alimentarlo.
La práctica de la meditación permite la observación de lo que acontece sea interno o externo. Es la mirada de la conciencia. Es una forma de hacer la mente más estable y clara. Sirve para mirar nuestra experiencia y entender su verdad.
Se enfatiza la reflexión, el análisis, aumentando nuestra capacidad de permanecer atento de forma continua, permitiendo así un trabajo mucho más revelador que el que se consigue si la persona tiene más tendencia a distraerse de sus procesos internos.
Cultivamos la consciencia vigilante: a pesar de que surjan pensamientos o emociones, éstos no nos distraen, sino que podemos seguir estando presentes. El poder mantener la atención en lo externo y lo interno a la vez permite una comprensión de la relación causa y efecto entre estímulo externo y la reacción interna, ¿Cómo me estoy sintiendo y estoy respondiendo ante ll que estoy percibiendo?.
Todos somos capaces de hacer que nuestra mente esté en paz de forma natural, allá donde hay confusión.
Nos conectamos y sintonizamos con nuestra mente presente. Antes estábamos tan ocupados y confusos que ni nos dábamos cuenta de la brisa, del sol,... Ahora la podemos mantener suficiente rato en un lugar para apreciar y darnos cuenta de lo que nos rodea.
La Meditación es una práctica de silencio interno, de observación, de permisividad donde no hay juicios. Es un momento de paz y serenidad en el cual aprendemos a relajarnos y respirar, a darnos espacio, a ver pasar las ideas y no engancharnos a ellas, a dejarnos sentir y fluir con la vida sin esfuerzo.
Nos proporciona bienestar corporal, claridad mental, calma interna. Nos lleva al lugar en nuestro interior donde está nuestra fortaleza y nuestra fuente de sabiduría, no hay que hacer nada, ya está bien tal como somos.
Beneficios
- Ayuda a descansar y relajar nuestra mente.
- Reduce la presión sanguínea.
- Mejora la memoria.
- Mejora la estabilidad emocional.
- Ayuda a tomar mayor consciencia personal.
Nos facilita centrar la mente y a soltar ansiedad. Mejora la comprensión de nuestros objetivos y motivaciones, equilibrando el carácter ya que implica una reunión conmigo mismo. Es como una medicina o terapia de la que disponemos de forma natural.
- Mejora la calidad del sueño.
- Mejora la salud en general.
- Relaja la tensión muscular.
- Mejora la concentración.
- Contribuye a mejorar el estado anímico.
NOS PREPARAMOS PARA LA MEDITACIÓN
EL PROPÓSITO DE LA MEDITACIÓN
Es no desconectarse; es estar en contacto con todo. No solamente des-estresarse, sino también, encontrar esa paz interior. Así pues, la meditación es una manera de entrar al espacio que existe entre los pensamientos. Los seres humanos tienen un pensamiento tras otro dejando un espacio muy pequeño entre cada uno. (Chopra).
¿DÓNDE MEDITAR?
Puedes conectarte, cerrar tus ojos, e ir hacia tu interior en cualquier lugar seguro que elijas, donde puedas estar tranquilo y sin interrupciones.
¿CUÁNDO MEDITAR?
Mañana y tarde coinciden con los ritmos más tranquilos de nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo sabe cómo estar en quietud, sólo tenemos que darle la oportunidad. Cualquier momento en que puedas meditar es el momento adecuado.
ATENCIÓN AL CUERPO
Estar cómodo es muy importante. Preferible sentarse derecho en el suelo o sobre una silla para crear un estado de alerta, pero si estamos enfermos o lastimados y necesitamos acostarnos, también podemos hacerlo. Nuestras manos pueden relajarse sobre nuestras piernas, palmas hacia arriba o en donde sea que nos haga sentir más abiertos a la experiencia.
PENSAMIENTOS
Los pensamientos inevitablemente surgirán y danzarán alrededor de nuestra mente, es normal. No intentemos hacer nada con ellos - los dejamos ser. Si descubrimos que nos encontramos pensando en lo que está pasando en nuestra mente, solamente volvemos a enfocarnos en nuestra respiración.
ATENCIÓN A LA RESPIRACIÓN
Cuando ponemos atención a nuestra respiración, nos situamos en el momento presente. Con un ritmo natural y sin esfuerzo, permitimos que nuestra respiración fluya en cada movimiento, inhalando y exhalando fácilmente y sin forzarlo.
DURACIÓN DE LA MEDITACIÓN
Los efectos de la meditación son acumulativos, y el dedicar tan solo 15 minutos al día para despejarnos y rejuvenecer nos brinda innumerables beneficios. Es mejor meditar por periodos cortos todos los días, que meditar 1 h a la semana.
CÓMO PREPARARME PARA UNA CONSTELACIÓN FAMILIAR
TEXTO DE PETER BOURQUIN
I. Actitud:
Ya sea que usted haga su propia constelación o no, las personas siempre se benefician al ser un representante o sentarse en el circulo de personas que sostienen la constelación. Tome todo el tiempo que necesite para observar el estilo del terapeuta para asegurarse de que se siente bastante cómodo de que él pueda facilitar su propia constelación. Para algunas personas esto puede exigir uno o dos talleres para llegar a este punto.
II. Representación
III. La propia demanda
IV. Información
CAMPOS MÓRFICOS y CONSTELACIONES FAMILIARES
Rupert Sheldrake es un bioquímico británico de la universidad de Cambridge, conocido principalmente por su promoción de lo que llama "resonancia mórfica", una variante de la antigua hipótesis de la memoria colectiva.
Los campos morfogenéticos o campos mórficos del biólogo Rupert Sheldrake remiten a que, biológicamente, todo esté informado del pasado. Un campo morfogenético es un campo de memoria, en el que todas las especies vivientes se mueven. Este campo es una fuerza poderosa pero intangible, sólo comprobable (hasta ahora) por sus efectos. Bert Hellinger ha estudiado y aplicado la idea de los campos mórficos para comprender cómo funcionan las familias a nivel transgeneracional.
Una memoria.
Memoria humana
Los campos mórficos aplicados a las constelaciones familiares
Existen campos de información compartidos entre miembros de una especie que son transmitidos a través de una resonancia mórfica. Aquellas cosas que han ocurrido con mayor frecuencia y con mayor cercanía, tienen mayor posibilidad de volver a ocurrir y transmitirse entre miembros de una especie (a esto Sheldrake llama «la presencia del pasado»). Esto significa que un hábito aprendido por una persona puede transmitirse y afectar la epigenética de otra persona sin que tenga que ser heredado.
La familia funciona como un campo de memoria. De un modo instintivo, repetimos lo anterior, estamos impulsados por la repetición del pasado, que incluye nuestras creencias y lealtades hacia nuestros antepasados (los hayamos conocido o no). Gracias a eso es que podemos avanzar, ya que cada uno recibe todo el bagaje anterior. El problema es que, en ocasiones, la repetición del pasado nos puede llevar a un destino trágico.
La sanación del árbol genealógico puede venir a través del reconocimiento del pasado y de la conexión a algo diferente y más grande, hacia algo nuevo e indefinible, que nos conecta con el vacío, la vida y la creatividad. Esto implica no tener nombres, y estar en el momento presente: La fuerza de sanación viene cuando nos abrimos a lo infinito del momento presente.
Precisamente el cambio, según Sheldrake, es una mutación, es ahí cuando entra una nueva información en el campo.
Bert Hellinger, creador de las Constelaciones Familiares, dice que un campo morfogenético sólo puede modificarse cuando un impulso externo lo pone en movimiento. Ese impulso es en principio mental, proviene de un observador que entra en consciencia acerca de la repetición inconsciente del pasado. Así se adquieren nuevas comprensiones, y se hace posible la orientación hacia algo nuevo y diferente.
Al comienzo, el campo o la familia, se defiende contra esta comprensión (cuestión de inercia o sensación de amenaza), pero si un número suficiente de miembros queda convencido y acepta la nueva comprensión, también el campo, como un todo, comienza a moverse, para dejar atrás algo superado, y actuar de otra manera más conectada con la vida.
Si quieres saber más te dejamos un video de 5 minutos de Rupert Sheldrake en español donde hace una introducción sobre los campos morfogenéticos como campo corporal o campo de energía: https://youtu.be/4qcCN7Jlkg8
El extracto está sacado del documental se llama "The Living Matrix"
ORDENES DE LA AYUDA
El primer orden de la ayuda: el dar y tomar adecuado
¿Cuáles son los límites del dar y tomar?- Sólo se da lo que cada uno tiene- Sólo se debe esperar y se debe tomar lo que realmente se necesita.
Significa que el terapeuta esté en el adulto y sepa centrar a su cliente, sepa hacerle ver lo que realmente necesita. Sepa ponerse al servicio del destino del cliente, no de deseos ilusorios.- El terapeuta renuncia a dar o hacer lo que el cliente tiene que hacer o asumir.
Por ejemplo, renunciar a aliviar la pena después de una separación, renunciar a aliviar la responsabilidad después de un crimen, etc
El desorden llega cuando uno pretende, u otro le exige, dar lo que no tiene, o dar cuando no debe dar. Requiere humildad y a menudo, simplemente, ayudar a ver lo que hay.
El segundo orden de la ayuda: respetar el destino
La ayuda con las constelaciones familiares sirve dos objetivos:- está al servicio de la supervivencia- está al servicio del desarrollo y crecimiento.
Estos dos objetivos están condicionados por las circunstancias. Formamos parte y no nos podemos sustraer a la historia y sus ciclos, a las leyes de la naturaleza, al paso del tiempo, a que todo cambia, a la muerte, a la compensación arcaica y sus vínculos, a las leyes del psiquismo individual, a la responsabilidad individual. Son los límites que encontraremos a la hora de ayudar.La ayuda que no respete estos límites va a ser infructuosa y frustrante. Tanto el ayudador como el ayudado van a ir perdiendo fuerzas. El ayudado va a tener cada vez menos capacidad de adaptación a sus circunstancias.
Para que el ayudador pueda ayudar a su cliente a progresar dentro de los límites de su destino es fundamental que el ayudador haya tomado a su destino y asumido todas sus responsabilidades.
Cuando el ayudador dulcifica el destino del otro - por ejemplo quitándole su responsabilidad en un daño que haya hecho - lo que muestra es que él es incapaz de asumir una culpa propia. Y el cliente entonces se transforma en ayudador, en madre del ayudador.
Por lo tanto la fuerza se opone a tapar, negar o dulcificar las circunstancias que tiene que afrontar la persona.
El tercer orden de la ayuda: relación de adulto a adulto
Aquí la formación en Análisis Transaccional sana nuestro adulto.
Si el cliente llega como un niño y el terapeuta acepta ayudarle entonces se entabla una transferencia: el terapeuta va a sustituir a los padres del cliente. Esto impide la aceptación de la realidad y la despedida de los padres como son por parte del cliente e impide que el terapeuta crezca. En la fusión que se forma, habrá dos niveles:- el nivel aparente: el terapeuta hace de padre o madre del cliente, sintiéndose mejor que el padre o la madre real.- el nivel profundo: el cliente hace de padre o de madre del terapeuta.
El Análisis Transaccional nos dice que cuando estamos en el niño entramos con muchísima facilidad en la manipulación. Sólo hace falta que alguien nos dé donde nos duele, donde tenemos algo sin resolver y que estemos desprevenidos para que nos enganchemos a la manipulación.
El cuarto orden de la ayuda: el cliente es miembro de un sistema
Tradicionalmente el ayudador se relaciona de modo individual con el cliente, no de un modo sistémico, o sea no lo considera como miembro de un sistema.
Este punto merece mucha atención, los consteladores necesitamos tener el mayor conocimiento posible de la sistémica.
El quinto orden de la ayuda: estar al servicio de la reconciliación.
Este orden también necesita ser más desarrollado. La reconciliación significa fusión de dos opuestos. Toda la vida está al servicio de esta fusión, reconciliación o compensación. La vida es energía, y el quantum de energía se produce cuando dos fases opuestas se compensan.
La constelación está al servicio de la vida, por lo que está al servicio de esta compensación: perpetrador/víctima, hombre/mujer, dolor/alegría, etc.
LAS CINCO CONDICIONES PARA EL BIENESTAR DE LA PAREJA, por Joan Garriga
La convivencia en pareja no siempre es fácil. Como explica el psicólogo Joan Garriga en el libro El buen amor en la pareja, aunque el ser humano ha nacido para vivir acompañado, el camino del amor tiene muchos baches.
"En las relaciones de pareja no hay buenos y malos, culpables e inocentes, justos y pecadores", asegura Garriga. "Lo que hay son buenas y malas relaciones: relaciones que nos enriquecen y relaciones que nos enriquecen". ¿Cuál es la clave para tener una relación satisfactoria?
No hay esquemas preestablecidos, pero sí condiciones que facilitan o dificultan la relación de pareja. Hay criterios que nos permiten reconocer si nos estamos juntando con la persona adecuada o no, si estamos más cerca o más lejos de que el amor se logre.
1. La primera condición es que sea fácil, QUE FLUYA SIN DEMASIADO ESFUERZO. Que las cosas sean cómodas, que no tengamos que malgastar grandes cantidades de energía en emociones ni se nos obligue a luchar contra éstas.
Cuando esta condición se da, existe una comunión real, una comodidad que no es rutinaria, en la que no hay dramas ni tragedias, sino mayormente bienestar. Todo se desenvuelve con naturalidad, y las cosas resultan fáciles y gráciles.
A veces nos juntamos con personas con las que, inexplicablemente, todo chirría, todo es complicado y se avanza con pesadez y esfuerzo. Con otras, sin embargo, todo resulta sencillo y se desliza con provecho. Ayuda, sin duda, el tener estilos afectivos parecidos o que engarcen bien.
Es cierto que podemos modificar un poco las pautas afectivas y de relación que hemos aprendido, resolver asuntos emocionales pendientes que nos han construido en nuestra niñez y que forman parte de nuestra identidad, pero no debemos hacerlo radical y completamente, y tampoco es siempre necesario. Podemos cambiar un poco, pero vale la pena juntarnos con personas cuyos estilos afectivos encajen bien con el nuestro. Es fácil saber cuándo los estilos y las pautas favoritas de relación de cada uno son compatibles: cuando apenas hay discusiones, cuando las emociones fluyen sin grandes altibajos y cuando la relación es nutritiva para ambos. Cuando uno más uno suman más que dos, y no menos que dos.
2. La segunda condición de Swami Prajnanpad es: que se trate de dos naturalezas NO SEAN DEMASIADO DIFERENTES. Que la comprensión del otro no esté más allá de nuestras capacidades. A menudo, la fascinación amorosa ignora con soberbia la incompatibilidad de dos naturalezas, y las personas creen amarse de buena fe pero carecen de la posibilidad de una comprensión verdadera. La compatibilidad del hombre y la mujer, o de cualquier pareja, descansa sobre la diferencia pero también sobre la posibilidad de asociación y complicidad.
(...) si a ella le gusta mucho subir a pie a las montañas y comerse un bocadillo sentada en una roca y a él le gustan mucho los coches glamurosos y los restaurantes de lujo de la ciudad, se trata de naturalezas ciertamente diferentes; o si ella es judía y él musulmán o católico, se trata de naturalezas incompatibles, y esta diferencia deberá ser encarada, integrada y gestionada en la relación. De igual modo, si él viene de una familia muy rica y ella de una familia muy pobre, esto generará un diferencial en la dignidad, el respeto y la igualdad que deberá tratarse.
No siempre es imposible salvar las diferencias, pero sí es imprescindible concienciarlas y afrontarlas para gestionarlas bien.
3. La tercera condición es que los miembros de la pareja sean VERDADEROS COMPAÑEROS, que se sientan como tales, acompañados, ya que el otro es también un amigo y la amistad no se desgasta con el curso de los años.
Que puedan compartir sus peculiaridades, gustos, intereses, diferencias, complicidades. Que tengan a alguien al que entienden y que los entiende. Esto pone el acento en que la relación de pareja también es una relación de acompañamiento en un camino común. Ambos se acompañan en los asuntos y vicisitudes del vivir, porque tienen propósitos en común, porque juntos pueden mirar a lugares comunes, porque juntos miran todo aquello que es importante para uno y para el otro, y todo aquello que es importante para los dos en los recovecos de sus almas.
4. La cuarta condición que enseña Swami Prajnanpad es: tener fe y CONFIANZA PLENA EN EL OTRO. Que no sea necesario temer, desconfiar o protegerse para poder reencontrar un corazón inocente. Que el otro nos inspire una completa confianza sobre la cual se pueda cimentar un amor duradero, susceptible de crecimiento. Que tengamos la convicción de que el otro no nos va a dañar.
Ahora bien, ¿Qué significa confianza? Cuando decimos confianza plena no se trata de una actitud infantil controladora hacia tu pareja, a la que reclamas sinceridad e infalibilidad absoluta. Sería más bien algo así como la confianza inocente que un niño pequeño siente hacia su madre, pero en el corazón y el cuerpo de un adulto.
Confianza, por tanto, es tener la certeza de que el otro quiere nuestro bien y no nos va a dañar. Esto es importante, porque si vivimos con alguien y no estamos seguros de que quiere nuestro bien empezaremos a tener miedo y tensarnos, y el miedo es el peor enemigo del amor y de la apertura de corazón. (...)
También tenemos que saber que cualquier vínculo de intimidad importante trae sus dolores y nos hace recordar antiguas traiciones o indefensiones, de manera que también nuestra pareja en algún momento puede dañarnos, o nosotros a ella. Confianza significa esperar que el otro cumpla sus compromisos y procure nuestro bien, pero también debemos ser conscientes de que en algún momento tal vez no lo haga, y aceptarlo teniendo la certeza de que podremos resistirlo y sobreponernos a ello. La confianza, por definición, no exige garantías.
5.- La quinta condición: el DESEO ESPONTÁNEO DE QUE EL OTRO ESTÉ BIEN, lo cual quiere decir, el deseo de que esté bien por encima de nuestros miedos o carencias.
(...) en los tiempos actuales, es más común que uno tenga el impulso espontáneo de que el otro lo haga feliz, y no de hacer feliz al otro. La palabra "espontáneo" (...) se trata de un sentimiento que no se puede fabricar artificialmente. Se da o no se da. Lo sentimos o no lo sentimos. Consiste en ver al otro con la inteligencia del corazón y no sólo a través de nuestras proyecciones y anhelos, y así lo amamos como es y le damos lo que necesita y espera recibir. Se trata de encontrar la propia felicidad con la plenitud del otro.
Es muy común que los padres sientan hacia los hijos el deseo espontáneo de que sean felices, y que estén dispuestos a dar mucho y hacer muchas cosas para su bienestar, pero eso no es tan común en la pareja. Muchos de nosotros, como niños egoístas, a veces anteponemos nuestro bien al deseo del bien del otro. Por eso, la pareja nos invita inequívocamente a desarrollar generosidad y verdadera consideración hacia el otro. Cuando lo logramos, cuando nos alegramos espontáneamente del bienestar del otro y hacemos lo que está en nuestras manos para que se produzca, sentimos una alegría redoblada.
Joan Garriga - Del libro EL BUEN AMOR EN LA PAREJA.
Los órdenes del éxito y de la realización profesional
Se estructuran en tres grandes apartados:
Compensar el dar y el recibir.
Compensar el daño hecho y el daño recibido.
La pertenencia y el orden.
Realización no es lo mismo que éxito.
- Realización, es cuando nos gusta nuestro trabajo, nos sentimos a gusto desarrollándolo y somos felices con las tareas que realizamos, a pesar de que no obtenemos ni el reconocimiento ni la retribución que se merecen.
- Éxito, es cuando obtenemos gran reconocimiento y grandes beneficios económicos por nuestro trabajo, pero en el fondo no estamos a gusto en él, nos aburre, no nos llena.
La realización tiene sus órdenes. El éxito tiene los suyos. En este documento vamos a enumerar todos ellos para el ámbito profesional.
Cuando la vida de la persona fluye dentro de estos órdenes, queda reflejado en que obtiene realización y éxito a través de su trabajo.
Primer orden: Compensar el dar y el recibir
Una de las primeras necesidades del ser humano es ser útil a los demás. Lo podemos comprobar en los niños pequeños, con qué voluntariedad quieren hacer cosas que ayuden a sus padres y a las personas que quieren. También lo vemos en los adolescentes que empiezan a desear tener un trabajo para, de esa manera, dejar de ser una carga para sus padres y sentirse autónomos y útiles. Y el trabajo nos permite cumplir con esa necesidad de ser útiles a los demás.
¿De dónde nace la necesidad de trabajar?
Principalmente es la forma que tenemos de devolver por todo lo que hemos recibido.
Cuando aceptamos incondicionalmente todo lo que hemos recibido, y lo agradecemos, nace en nosotros un sentimiento de deuda que nos impulsa a devolver en la misma medida.
De nuestros padres recibimos la vida. No podemos compensar esto a nuestros padres. Entonces nuestro devolver se vuelve principalmente a nuestros propios hijos.
De nuestros padres, familiares y demás personas, principalmente de nuestro país o lugar de origen, hemos recibido todo lo demás, a través de su dedicación y de su trabajo. En este caso, nuestro devolver hacia ellos se hace estando al servicio con nuestro trabajo. Esto también es así cuando no podemos tener nuestros propios hijos.
Para estar en sintonía con este primer orden del éxito y de la realización profesional es necesario pues:
- Haber tomado a nuestra madre. Tomar a la madre es poder decir Sí a nuestra madre de un modo incondicional, tal y como es, tal y como todo ha sido, con lo bueno y con lo malo. Si estamos vivo es gracias a ella y a nuestro padre. Ellos, como todos los seres humanos, no son perfectos, pero fueron perfectos para una cosa, para darnos la vida. Esa es su grandeza. Cuando podemos agradecer a nuestra madre ser como es y todo lo que ella nos dio, tal y como fue, estamos en disposición de poder decir Sí a la vida como es. Madre y vida son una misma cosa. Quien no acepta a su madre como es, no puede aceptar a la vida como es. Aceptar a la vida como es, y agradecerla, es ponerse en sintonía con ella, sin juicio, sin queja, sin exigencias... y la vida devuelve éxito. Igual es con la madre. Quien ha tomado a su madre tiene salud, tiene dinero, tiene pareja, tiene todo lo que necesita. Está en la abundancia. Igual que cuando éramos un bebé y nuestra madre nos amamantaba: no hacía falta más, confiábamos y lo teníamos todo. El éxito viene de tomar a la madre.
- Haber tomado a nuestro Padre, y con él a todo lo masculino de nuestro sistema familiar, lo masculino de las mujeres también. Tomar al padre implica lo mismo que con la madre: aceptar y agradecer. Si tomar a la madre nos enlaza con el éxito, tomar al padre nos enlaza con la fuerza para vivir. Poder decirle Sí al padre de un modo incondicional, tal y como es, tal como todo ha sido, con lo bueno y con lo malo, nos sintoniza con nuestra fuerza interior, nuestra capacidad para relacionarnos con los demás, nuestro sentido de la responsabilidad y del servicio a la vida. Quien ha tomado a su padre tiene vida social, tiene trabajo, le gusta trabajar y se siente realizado. La realización viene de tomar al padre.
- Haber tomado al padre y a la madre como una unidad. Esto implica renunciar a la preferencia por alguno de los dos. Si a través del padre llega la realización profesional y el estar a gusto en el trabajo, a través de la madre llega el éxito profesional y el dinero. Y llegará todo junto sólo cuando ambos, padre y madre, estén en la mirada del hijo como si fueran uno solo. Mientras sólo se haya tomado a uno de ellos, sólo llegará o realización sin éxito, o éxito sin realización.
- Haber tomado el lugar de origen y el lugar donde nos hemos criado. Tenemos tres patrias, el país del padre, el país de la madre y nuestro país de nacimiento, y también cuenta el país donde nos hemos criado. Con todos hemos contraído una deuda de gratitud, por habernos dado todo lo que tienen. El país es un campo femenino. Como tratamos a nuestro país, es como tratamos a nuestra madre.
- Haber tomado a la sociedad del lugar de origen y del lugar donde nos hemos criado. Es poder decir Sí y agradecer tal y como son a la sociedad de los lugares de origen de nuestros padres, de nuestro propio nacimiento y donde nos hemos criado. La sociedad es un campo masculino. Como tratamos a la sociedad, es como tratamos a nuestro padre.
- Agradecer y respetar el lugar y la sociedad de acogida. Esto es aplicable en el caso de personas que han emigrado a otros lugares.
Segundo orden: Compensar el daño hecho y el daño recibido
Crecer, hacerse adulto, implica que en algún momento vamos a hacer daño a otros y también que otros nos lo van a hacer a nosotros. Es inevitable.
Si queremos ser siempre inocentes no tendremos fuerza. Sólo asintiendo a que en algún momento vamos a tener que hacer daño a otros, para lograr nuestra autonomía o para defender nuestro sitio o nuestra vida, podremos tener fuerza. En contraprestación, se nos pide asumir nuestra responsabilidad por el daño realizado y entregarnos a la reparación.
Compensar el daño hecho y el daño recibido no significa entregarse al "ojo por ojo y diente por diente". Eso mantiene el conflicto sin resolver nada. Significa en cambio:
- Cuando hemos hecho daño, reconocerlo y asumirlo diciendo: "Sí, así fue, así pasó. Ahora veo el daño que he hecho. Asumo mi culpa. Asumo mi responsabilidad." Y entonces nace el deseo de reparar. A veces ya no es posible reparar con la persona dañada, porque ya no esté disponible, o porque no quiera aceptar nuestra reparación. Entonces siempre podemos reparar haciendo algo bueno para otros.
- No caer en la expiación. La expiación es hacerse daño a uno mismo para evitar asumir la responsabilidad y el sentimiento de culpa. Es pretender borrar la realidad. Y puesto que ni se mira a la víctima ni se repara el daño hecho, la expiación es sólo un acto egoísta e improductivo.
- Cuando nos han hecho daño, lo primero es reconocerlo. Muchas veces no queremos reconocerlo para no tener que actuar. Y lo segundo es reconocer el sentimiento de venganza que se genera dentro de nosotros. En ese momento podemos decirles: "Me has hecho daño (o mucho daño). Yo también quiero hacerte tanto daño (o incluso más) como tú me has hecho a mí. Soy igual que tú. Asumo mi responsabilidad por mis deseos de venganza. Dejo tu responsabilidad contigo.". Esto nos libera y nos deja libres para algo nuevo, mientras que no reconocer nos ata inconscientemente con quien nos hizo daño y no impide actuar.
Tercer orden: La pertenencia y el orden
Conforme vamos incorporándonos a sociedades y grupos, ya pertenecemos a ellos, y en cada lugar tenemos un sitio que viene determinado por nuestro momento de entrada.
Esto es aplicable al país donde vivimos y a cada empresa donde trabajamos.
Trabajar es estar con los demás, es colaborar con los demás, es ofrecer a los demás y recibir de ellos.
Por tanto, para que podamos sentir respeto por todo y por todos, es necesario que:
- Seamos capaces de aceptar todo y a todos tal y como son.
- Renunciemos a excluir a nadie y a excluirnos nosotros mismos.
- Tomemos nuestro lugar en el país y en la sociedad del país de acogida. Esto es aplicable en el caso de personas que emigran a otros lugares.
¿Cómo se determina el orden en el lugar de trabajo?
El orden de cada persona en su lugar de trabajo viene establecido por el binomio antigüedad y función.
- La antigüedad: El que llega después, debe respeto al que estaba antes. Sólo cuando el que estaba antes es respetado, puede volcarse en amor y servicio hacia el que ha llegado último.
- La función dentro de la empresa. Tienen prioridad aquellos cuya función es de mayor responsabilidad dentro de la empresa. Es importante saber que los de mayor responsabilidad, deben ponerse al servicio de los que están por debajo. Entre los de igual función, tienen prioridad los que reporten mayor beneficio a la empresa.
¿Cómo debe actuar uno que llega nuevo a una empresa para respetar el orden?
- Ocupando con determinación su puesto, asumiendo que es su derecho y su responsabilidad.
- Reconociendo y respetando la antigüedad de todos los que estaban antes que él.
- Poniéndose al servicio de todos los que están a su cargo, y respetando a todos los que tienen una función mayor que la suya.
La realización y el éxito profesional en el hombre
La fuerza del hombre está allí donde esté su lugar. No puede elegir en qué país vivir y trabajar. Donde está su deuda, ya sea su país de origen o su país de acogida, es donde su trabajo tendrá reconocimiento y fuerza. El hombre tiene realización y éxito cuando ha tomado, respeta y agradece el país y la sociedad de origen o de acogida.
El hombre soltero tiene éxito cuando ha tomado a su madre.
El hombre casado tiene éxito si es respetado por su mujer. Si ha tomado a su madre, elegirá una mujer que le respete.
La realización y el éxito profesional en la mujer
La mujer soltera, igual que el hombre, se realiza en su país de origen o de acogida. Del mismo modo, se le pide respeto y agradecimiento a ese país y a su sociedad.
La mujer sola con hijos se realiza en el país que acoge a sus hijos. La mujer, con su trabajo, paga al país lo que éste ofrece a sus hijos.
La mujer casada se realiza en el país de su marido. Ella crea pertenencia en el país del marido a través de sus hijos.
Para la mujer joven, su sistema familiar apoya primero su realización como madre. Habitualmente, sólo cuando la mujer prioriza su realización como madre, entonces es cuando el sistema familiar apoya su realización profesional.
La mujer tiene éxito cuando ha tomado a su madre.
La realización y el éxito profesional en la emigración
Los habitantes son la sangre de un país. Cada vez que un hombre se va de su país, el país se empobrece y pierde vida.
Las personas no suelen tener permiso sistémico para realizarse profesionalmente en otro país.
Pero a veces es el país de origen el que tiene una deuda con la persona, por ejemplo cuando el poder hizo daño a la familia de esa persona. Entonces es cuando el país empuja a su hijo a salir fuera y a tener éxito en otro lugar.
Otras veces los movimientos migratorios corresponden a movimientos de compensación que afectan a países enteros o a grupos sociales enteros. Esto lo podemos ver en la llegada masiva de emigrantes a un país, que en el pasado envió muchos emigrantes a aquel otro. En este caso, por compensación, estas personas tienen permiso para realizarse en el país de acogida.
EL NIÑO MÁGICO QUE HAY DENTRO DE TÍ
Dentro de cada uno de nosotros hay un niño que grita: ¡Escucha! Estoy harto de que me ignores día tras día. Vas a trabajar, sales con amigos, duermes, comes, vives tu vida como si yo no existiera.
Solo alguna vez me oyes cuando estas triste o en cama pero, en verdad ¿te importo? ¿Te preguntas alguna vez que es lo que yo quiero?
He estado esperando a que me reconozcas...
...mis padres empezaron por olvidar partes de mí.
Soy tus sueños, tus sentimientos y fantasías yo soy aquel que le gusta jugar, el que le gusta ser abrazado y que le digan te quiero, soy el niño que llevas dentro, yo soy tu. No me importa que ahora seas adulto ¿por qué esto significa que te tengas que olvidar de mi?
¿Cómo crees que me siento cuando hablas con tus amigos importantes personas que en realidad no te gustan? ¿Dónde se supone que debo ir cuando estoy enfadado y tú no me reconoces? ¿De dónde piensas que vienen tus problemas? Sé que necesitas a tus amigos importantes, se que tienes que ganarte la vida y que tienes que cuidar de otros ¿pero alguna vez te has planteado que si realmente te hicieras mi amigo no necesitarías tanto de las cosas de los demás? ¿Alguna vez has pensado que si cuidaras tus sentimientos y apreciaras tus pequeños deseos no necesitarías tanto dinero para tenerme tranquilo?
Quiero que tú me descubras, no espero que cambies de la noche a la mañana, he estado esperando a que me reconozcas pero una parte de mi no puede entender como me tratas de esa manera, ¿Por qué te resulta tan difícil ser como deseas? Si me prestases atención me escucharías y te interesaría saber como estoy, pues bien yo soy tu niño, solo que has aprendido a no verme. No es fácil vivir el camino de mi corazón pero el niño que hay dentro de mi me ha convencido de que es aun menos fácil tratar de vivir en el camino de otra persona. Se me ha enseñado tanto a conformarme con las direcciones que toman otros, que a veces ni siquiera sé que es mío o que es lo que quiero.
Por dejar que otros tomen decisiones por mi tanto tiempo, ya no puedo hacer elecciones yo mismo.
Mis padres, maestros... me han dicho tanto quien soy que ya no estoy seguro de mi identidad. Trato de desquitarme haciéndolos responsables de mi forma de ser, en lugar de hacerme responsable y empezar a responder a mis verdaderas inquietudes.
A veces siento que tanto tiempo me han dicho lo que debo hacer, que me parece imposible descubrir un camino que sea enteramente mío, pero cuando empiezo a reconocer mis deseos, algo comienza a surgir dentro de mí, yo lo llamo mi niño, me siento excitado, seguro, algo está creciendo dentro de mí, una energía que me recorre, que es mía.
Cuanto más me presto atención, mi niño se siente liberado al mundo, empiezo a verme y a vivir de la manera que soy por dentro. La seguridad, placer, confianza, está dentro de mí solo tengo que reconocerlo. En lugar de aceptar los caminos de otros, empiezo a aceptar o rechazar mis propios caminos hasta encontrar los que quiero y decido criar al niño que está dentro de mí.
Amando a mi niño
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En lugar de ser educado para comprender el amor, el éxito y la riqueza que tenía dentro, fui educado para creer que esto era algo que estaba afuera en el mundo algo que yo tenía que lograr. Esto fue lo que me controlo y me limito a la hora de apreciarme a mí mismo.
Mis maestros en lugar de confiar en mí y apoyarme para que explorara, jugara y creara cientos de modos de ser, a los 5.9.16 años, estructuraron mis días para que yo aprendiera y me comportara tal como esperaban que lo hiciera según mi edad.
Por toda esta educación la ocasión para descubrir mi propio camino, mis propios límites y fronteras no es tan fácil. Nuestras vidas están estructuradas llenas de mandatos, casi todo el mundo está haciendo algo para encajar en un conjunto de categorías normalmente aceptables, viven adaptándose continuamente o buscan otro camino, alejándose del suyo propio.
Cuando vi esta realidad me pregunte ¿por qué no dar un primer paso por mí mismo, cuidando al niño interior y darle lo que necesita? En lugar de iniciar un proyecto nuevo o una relación ¿por qué no hacer un nuevo dialogo conmigo mismo? En mi propia falta de resolución mis sentimientos parecen estar implorando que se les tome en cuenta.
En lugar de buscar a alguien más ¿por qué no le doy al niño olvidado lo que siempre quise para mi mismo?, ver primero mi mundo para poder confiar y sentir.
La decisión de no alejarme de mi niño significa un gran compromiso. Para eso debo dejar las viejas estructuras y empezar un nuevo camino más cercano a mi corazón, esto depende de lo mucho que me valore a mí mismo y del lugar que me de para que me encuentre conmigo mismo.
Originalmente mi niñez, mis sentimientos, se confundieron y fueron controlados por las necesidades de otras personas y por sus expectativas. Ahora la única persona responsable de mi niño soy yo mismo.
En el pasado creía que yo no tenía nada que ver con el control de mi vida, mis padres y otras personas mantenían la autoridad necesaria para determinarla. Adquirir el compromiso de criar a mi niño en el mundo significa empezar a aceptar que yo estoy controlando o renunciando al control de mi vida. Ahora soy yo padre y maestro de confianza que mi niño busca mientras se convierte en el mismo.
Es mi decisión escuchar mis necesidades, mis sentimientos y empezar a actuar sobre lo que anhelo. De mi depende crear el camino de mi segunda infancia y protegerlo hasta que pueda cuidar de sí mismo.
Cada momento en que aprendo a confiar en mi experiencia es otro momento más cercano a mi niño, persigo mi propio camino.
Encontrar el camino de mi corazón significa cambiar la vida adulta que limita mi niñez. Esto supone dejar los hábitos de adulto que sean una negación hacia mis sentimientos por ejemplo sostener malas relaciones, tener un trabajo que no me gusta, comer demás, fumar, drogarme, alcoholizarme.
Para eso empiezo a crear ambientes seguros en los cuales experimento mis sentimientos, lugares en que sienta placer, mi cuarto, un parque, espacios que me hagan sentir bien, voy acumulando personas especiales, me voy sintiendo libre, me siento yo.
Mi niño no va a aparecer al instante a estado demasiado tiempo olvidado, controlado, empecemos media hora por día, no estar siempre ocupado, muchas veces no sabrá que hacer.
En casi todo adulto hay un niño de 4 años que está resentido, uno de 5 que le gustan los juguetes, uno de 10 que extraña a su madre otro que le gusta estar con amigos. La experiencia del niño que tenemos dentro es infinita, está enterrada pero necesita amor y un espacio seguro para su crecimiento.
Debo dejar que mi niño se exprese, grite, patee, que exprese lo que en el pasado no pudo. No quiero que nadie me critique, sino que me amen confiando en que yo encuentre mi propio camino.
Mi niño necesita llorar y gritar para dejar que los nudos de tensión de su estomago se deshagan, necesita que le diga que lo amo, que le respete cuando está cansado y triste, necesita hacerse regalos.
La responsabilidad es mía, mi segunda infancia está aprendiendo que siempre hay una alternativa, tal vez vuelva a los viejos patrones o puedo quedarme en mi antiguo mundo, mi primera infancia, si no le ofrezco alternativas. Incluso una vez que estoy establecido en el nuevo camino, los ecos de mi pasado me presionan para que olvide a mi niño, las voces interiores me llenan de culpa, seguramente cuando mi primera niñez se repita deberé hacer un esfuerzo adicional por amar a mi niño para que no vuelva a sus caminos dolorosos. Pero aprender que soy yo quien tiene el control. Mi camino es reconquistar el poder que le di a los demás para controlar y definir mi vida.
Cuanto más cerca este de mi niño más firmeza tendré en mis sentimientos, descubro que tengo opciones, elecciones, el mundo no puede determinar mis sentimientos, empiezo a sentir mi cuerpo, me siento más vivo, el niño enterrado se convierte en menos tensión y mas en un espíritu consiente, libre de movimientos. Confío en mi cuerpo.
Cuando me siento abrumado, desesperanzado, mi niño está pidiendo atención a gritos llorando porque sabe que merece algo mejor.
Mi niño es el que siente esto porque no tuvo opciones para satisfacer sus necesidades y se convirtió en alguien sin esperanzas, en mi niñez no fui poderoso ni independiente si otros no satisfacían mis necesidades, simplemente me quedaba frustrado, no sabía que merecía algo mas, aprendí maneras de satisfacer a los demás esperando que así me darían lo que quería, ahora deseo conocer formas de agradarme a mí mismo, sabiendo que puedo cuidar de las necesidades de mi propio niño. Cuando creo que no puedo, sé que estoy viendo el mundo con mis antiguos ojos de la infancia, mi niño está esperando que le diga que merece una alternativa.
El camino hacia mi corazón es decirle a mi niño que merece que se le respete, se le ame y se confíe en él.
Saber que no tuve elecciones y que actualmente las tengo me recuerda que dispongo de opciones para un nuevo camino. De niño creé todas las excusas que me dieron para decirme que yo no podía hoy si no puedo las justificaciones vienen de mi mismo y muchas veces soy la última persona en ser mi propio amigo.
Excusas que uso para seguir abandonándome:
NO PUEDO DEJAR ESTE TRABAJO POR QUE NO VOY A ENCONTRAR OTRO, NO PUEDO DEJAR ESTA RELACIÓN POR QUIEN OTRO SE VA A FIJAR EN MI, NO LO PUEDO HACER PORQUE NO TENGO DINERO.
Sufriendo creo que no merezco nada mejor, continuo esperando que el mundo cambie y me cuide. Mi niño sigue rendido y sin control. Mi niño desesperanzado permaneceré desamparado hasta que le de amor, le recuerde de que mi cabeza, mi corazón y él mismo están dentro de mí en lugar de estar allí otros.
Dejar el dolor como forma de vida es admitir que yo lo escojo, en lugar de amar y cuidar a mi niño dolido. El necesita saber que merece algo mejor. Cuando empiezo a cuidarlo se hace más fuerte, más confiado, pone límites. En lugar que el mundo me diga que hay en mi interior, estoy aprendiendo a expresarme desde dentro, mi experiencia interna es atendida y defendida.
Aprender a amar y aceptar el amor de los demás comienza cuando aprendo a amar mis propios sentimientos, vivo mi propia voluntad.
Cuando tengo un conflicto intento estar allí, siento el dolor e inicio la resolución de encontrar mis propias opciones y sigo a mi corazón confiando en mis alternativas, no escapando, respondo y me siento más libre, me vuelvo más fuerte con cada dificultad resuelta. Acumular resoluciones es como acumular amor. El amor abre el camino de mi mayor voluntad.
Del libro El niño mágico que hay dentro de ti, Bruce Davis
¿ES POSIBLE CELEBRAR LA TRISTEZA?
La Tristeza tiene su propia belleza... Osho
Osho dice:
Por ejemplo: estás triste; No te identifiques con la tristeza. Conviértete en su testigo y disfruta el momento de tristeza, porque la tristeza tiene su belleza.
Nunca has observado. Te identificas tanto, que nunca penetras en la belleza de un momento de tristeza. Si observas, te sorprenderás de los tesoros que te has estado perdiendo. Observa: cuando eres feliz nunca eres tan profundo como cuando estás triste.
La tristeza tiene profundidad; la felicidad tiene algo de superficial. Ve y observa a la gente feliz. La mal llamada gente feliz -los playboys y playgirls- que encontrarás en clubs, en hoteles, en teatros, siempre están riendo y burbujean felicidad. Los encontrarás insípidos, superficiales. No tienen ninguna profundidad. La felicidad es como las olas, solamente superficial; vives una vida superficial.
Pero la tristeza tiene algo de profundo. Cuando estás triste no es como las olas en la superficie, es como la profundidad misma del Océano, tiene muchos Kilómetros.
Sumérgete en su profundidad, obsérvala. La felicidad es ruidosa; la tristeza tiene su silencio. La felicidad puede ser como el día, la tristeza es como la noche. La felicidad puede ser como la luz, la tristeza es como la oscuridad. La luz va y viene; la oscuridad permanece, es eterna. La luz se presenta a veces; la oscuridad está siempre ahí. Si te entregas a la tristeza sentirás todas estas cosas, te darás cuenta que la tristeza está ahí como un objeto, tú la estás observando, eres testigo de ella, y repentinamente empiezas a sentirte feliz. ¡Qué bella es la tristeza!
Una flor de la oscuridad, una flor de eterna profundidad. Como un abismo sin fondo, tan silenciosa, tan musical; no hay ruido en absoluto, ninguna perturbación.
Uno puede ir cayendo en ella incesantemente y uno puede salir de ella absolutamente rejuvenecido. Es un descanso.
Depende de la actitud. Cuando te pones triste piensas que te ha sucedido algo malo y entonces tratas de escapar. Nunca meditas sobre ello. Luego quieres ir a ver a alguien; a una fiesta, al club, o enciendes la televisión o la radio, o empiezas a leer el periódico; haces algo para poder olvidar. Esta es una actitud errónea que te ha sido transmitida: No hay nada malo en ella. Es otro polo de la vida.
La felicidad es un polo, la tristeza es el otro. La dicha es un polo, la infelicidad es el otro. La vida consiste en ambos. Una vida de dicha solamente tendrá extensión, pero no tendrá profundidad. Una vida de tristeza tendrá profundidad, pero no tendrá extensión. Una vida de ambas, tristeza y felicidad, es multi-dimensional; se mueve en todas las direcciones conjuntamente (...)
Para mí, la vida es buena en su totalidad. Y cuando entiendes la vida en su totalidad, sólo entonces puedes celebrarla; de otro modo no. Celebración significa: cualquier cosa que suceda no importa, la celebraré. La celebración no está condicionada a ciertas cosas:
"Cuando sea feliz lo celebraré" o "Cuando esté triste no lo celebraré".
La celebración es incondicional; celebro la vida. Si trae infelicidad, bien, lo celebro. Si trae felicidad, bien, lo celebro. La celebración es mi actitud, independientemente de lo que la vida traiga.
Pero cada vez que utilizo las palabras, surge un problema. Esas palabras tienen connotaciones en tu mente.
Texto: Osho
"Cuando digo "celebra", tú piensas que uno tiene que estar feliz. ¿Cómo puede uno celebrar cuando está triste? No estoy diciendo que uno tenga que estar feliz para celebrar. La celebración es gratitud por cualquier cosa que la vida te dé; es agradecimiento.
MEDITACIÓN - Aprender a estar contigo
Bosteza varias veces, desperézate, haz muecas con la cara, emite sonidos extraños exagerándolos.
Ahora cierra la boca completamente, pega tu lengua al paladar y permanece en silencio.
No fuerces el silencio.
El silencio debe descender sobre tí. Cae sobre tí, te envuelve. Como envuelve la noche. Tú solo creas la posibilidad para que ocurra, la receptividad ocurre.
Llegarán pensamientos... obsérvalos pasivamente, no activamente. Como cuando te sientas a orillas de un rio y el rio pasa por tu lado y tu simplemente observas.
No hay ansiedad, no hay urgencia. Nadie te está obligando.
No esperes nada. Puedes sentir que eres como un bambú hueco... como una flauta y la música es la quietud.
Y es entonces cuando te conviertes en el río, en los árboles y pasas a ser parte de un todo, un todo de verdad.
RESPETO.... (por Bert Hellinger)
Respetar significa: Reconocer.
Respetar a alguien quiere decir que reconozco que está ahí, que es como es y que es justo que sea como es. Eso implica que me respeto a mí mismo de igual modo: respeto que estoy aquí, que soy como soy y que es justo el hecho de ser como soy.
Si me respeto a mí mismo y respeto al otro en este sentido, renuncio a formarme una imagen de cómo deberíamos ser, tanto yo como el otro. Sin esa imagen previa no existe juicio sobre lo que sería mejor. Ninguna imagen preconcebida se interpone entre mí mismo y la realidad, tal como ésta se manifiesta.
De esta manera, se facilita un segundo elemento, que también forma parte del respeto: Amo lo real, en tanto es precisamente real.
Esto significa sobre todo: me amo a mí mismo tal como soy; amo al otro tal como es; y amo la manera en que somos diferentes.
Luego también es posible otro elemento, quizá el más bello, que también forma parte del respeto: Me alegro de lo real tal como se manifiesta.
Me alegro de mí mismo tal como soy; me alegro del otro tal como es; y me alegro de las diferencias que existen entre los dos.
Ese respeto guarda las distancias. No penetra en el otro y tampoco permite que el otro penetre en mí, que me imponga algo o que disponga de mí según su propia imagen. Por eso podemos respetarnos sin pretender nada el uno del otro.
Si nos necesitamos y pretendemos algo el uno del otro, aún tenemos que reparar en un cuarto aspecto: ¿nos fomentamos mutuamente o bloqueamos el desenvolvimiento de ambos? Si tenemos que reconocer que lo obstaculizamos, entonces el respeto no nos hará converger sino divergir. Por lo que debemos respetar que cada uno pueda y tenga que seguir su propio camino. De este modo, el amor y la alegría mutua más que menguar se profundizan. ¿Por qué? Porque el amor y la alegría son entonces como el respeto: sereno.
Bert Hellinger
TERAPIA GESTALT
Valiosa herramienta de autoconocimiento
y transformación
Terapia perteneciente a la Psicología Humanista, que se caracteriza por no estar hecha exclusivamente para tratar enfermedades, sino también para desarrollar el Potencial Humano.
Fritz Perls (1893-1970), médico psiquiatra, considerado junto a su esposa Laura Perls, psicóloga, y psicoterapeuta alemana, como el creador y fundador de la Terapia Gestalt.
Un camino de autoconocimiento donde se investiga la raíz de nuestros problemas en el Aquí y Ahora. La Toma de conciencia hace posible encontrar soluciones.
Basada en acompañar a la persona atendiendo a sus propios recursos, teniéndola en cuenta en su totalidad: su parte emocional, corporal, mental y espiritual, por lo que la intervención abarca éstas cuatro áreas.
Si nuestros pensamientos se van a menudo al pasado, actuamos como si aún estuviéramos allí; guiando nuestra vida. Si, por el contrario, ponemos nuestra atención en el futuro, estamos fantaseando y nos evadimos del presente. El estar atrapados en el pasado o en el futuro impide que podamos disfrutar de nuestra vida con total alegría.
El objetivo es conocernos mejor, tomar conciencia de las conductas que dificultan nuestra vida diaria y nuestras relaciones personales.
Resolver situaciones del pasado que han quedado pendientes y nos quitan energía para vivir con plenitud en el presente.
Investigar la causa de nuestros problemas en el aquí y ahora con lo que emerge en el momento y nos acompaña a tomar conciencia y responsabilizarnos de nosotros mismos, escuchándonos y aceptándonos tal y como somos.
Desarrollar nuestros recursos y conocer nuestro auténtico potencial para hacer frente a las situaciones cotidianas que nos causan insatisfacción y nos impiden ser felices.
Darnos cuenta de nuestras necesidades e intereses, aunque a veces se contrapongan a las exigencias de los demás, descubrir nuevas formas de afrontar nuestra vida.
Sólo si te das cuenta de lo que te sucede
y cómo te sucede, podrás cambiarlo.
LOR ÓRDENES DEL AMOR
LOS TRES PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA TERAPIA
CON CONSTELACIONES FAMILIARES
Los Ordenes del Amor son amor al servicio de la vida. Su función es ordenar lo que está desordenado.
Según Bert Hellinger, para que las relaciones tengan éxito, con el amor no basta, se necesita de un ORDEN para que el amor fluya con toda su fuerza y potencialidad.
Es lo que Bert Hellinger denomina «Los Órdenes del Amor».
Los ÓRDENES DEL AMOR son las leyes básicas que rigen los sistemas humanos.
Cuando alguna de las leyes no son respetadas, se crean nudos emocionales en las familias, desequilibrios que pasan de bisabuelos a abuelos, de abuelos a padres, y de padres a hijos, produciendo una gran infelicidad en alguno de sus miembros. En todo caso, los conflictos no resueltos siguen avanzando y es por eso, que a veces tenemos dolores que nos parecen que no son nuestros. Efectivamente, pueden no ser nuestros, pero sí pertenecen a nuestra familia.
Si tenemos conocimiento de esos Órdenes, más éxito tendrán las relaciones. Son tres:
1ª Ley: PERTENENCIA
Todos los miembros de una familia tienen el mismo derecho de pertenecer al sistema familiar. Significa que todos aquellos que pertenecen a mi familia han de tener un lugar en mi corazón. Nadie puede dejar de pertenecer a su grupo, por ninguna razón, ni tampoco olvidado. Cuando alguien es excluido el flujo del amor se resiente. Por el simple hecho de entrar a formar parte de un grupo, ya se pertenece. Por ejemplo, cuando un bebé nace en una familia, ya pertenece para siempre. La exclusión de un miembro crea un desequilibrio en el sistema familiar.
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¿Cómo se puede excluir a alguien?
- Por olvido: el hijo que ha muerto con poco tiempo de vida, hijos o hermanos nacidos muertos o entregados en adopción,... su recuerdo provoca tanto dolor, que tratamos de ocultarlo, olvidarlo, como si nunca hubieran existido.
- Por motivos morales: por ser ladrón, alcohólico o violento. Es el castigo que el grupo da a quien su comportamiento no corresponde a los valores y creencias de la familia, y ésta los expulsó. En ocasiones, es el propio individuo el que, en base a su propia moral, rechaza al grupo y se excluye voluntariamente.
- Por reprimir: es el caso de es el caso de las personas olvidadas porque la dureza de sus vidas nos da miedo. P. e. el rechazo a un discapacitado.
- Falta de reconocimiento: las antiguas parejas que no han sido honradas y reconocidas, o el caso de personas que nos aportaron algún beneficio y que no han sido agradecidas.
¿Cómo actúa la ley de la pertenencia para restituir a un excluido? Cuando la persona es excluida, la ley de la pertenencia inicia un proceso de reinclusión. Su acción no está encaminada a reincluir a la persona propiamente dicha, sino en reincluir en el grupo aquello que esa persona ofrecía.
Porque no se rechazó a la persona por sí misma, sino por lo que a través de su vida él ofrecía al grupo. La ley de pertenencia busca que eso que fue rechazado vuelva al grupo, que sea aceptado en el grupo.
El enfoque transgeneracional nos dice que frecuentemente las consecuencias de una "exclusión" en una familia, aparecen en las generaciones posteriores. Puede suceder que un nieto, sin darse cuenta, reclame el derecho de pertenencia de un abuelo no reconocido, imitando su misma suerte. La persona excluida se vuelve destino para quien la representa, para que lleve aquello que no fue aceptado.
Esta persona de manera inconsciente y en contra de su voluntad, será privado de poder desarrollar su propia vida, pues está obligado a repetir la vida de aquél que fue excluido, revivirá y repetirá su destino, aunque nunca lo haya conocido.
Todos tenemos que ser honrados y respetados en el sitio que ocupamos.
2º Ley: EL EQUILIBRIO ENTRE DAR Y RECIBIR
En la relación con los demás damos lo que tenemos y tomamos lo que nos falta y a través de este intercambio en el dar y el tomar, nos enriquecemos y crecemos como personas. Sólo cuando devolvemos algo más de lo que hemos recibido se mantiene el intercambio. El que sólo toma acaba siendo como un niño y el que sólo da acaba siendo como un padre o una madre (superior, libre) que niega la relación de igualdad con los demás. Este tipo de relación se complementa, pero no es satisfactoria. |
Para que el amor fluya entre iguales, debe haber un equilibrio entre el dar y el tomar. Es importante no dar más de lo que uno está dispuesto a recibir, o de lo que el otro pueda devolver. Cuando el que recibe no puede o no quiere dar mucho, o no da nada a cambio, siente una urgencia de irse, de dejar la relación.
Tomar significa: honrar y respetar. La única relación donde no podemos alcanzar ningún equilibrio entre dar y tomar, es en la relación con los padres, los padres dan y el hijo toma, porque los padres dan a sus hijos el don más precioso que hay: la vida. Aunque también los padres reciban algo de los hijos, no pueden compensara los padres el hecho de haber recibido la vida a través de ellos. Por eso, los hijos siempre sienten una deuda con los padres.
Y el hijo puede pasar a sus hijos lo que recibió y dar a sus padres las gracias por lo que le han dado. El hijo que no toma a sus padres no puede pasar mucho a los demás, permanece estancado en la etapa de niño/a y no puede desarrollarse como adulto.
Cuando un hijo intenta resolver la vida de sus padres, por ejemplo, queriendo solucionar sus problemas, su infelicidad,... quiere darles algo que no puede dar, porque no lo tiene. Ningún hijo tiene el poder de cambiar el destino de sus padres. Y en su intento malgasta sus fuerzas en lugar de construir con ellas su proyecto de vida.
Lo único que pueden hacer los hijos es agradecer la vida dada, y hacer algo bueno con ella; así se alivia la 'deuda'... por ejemplo y dándoles a sus hijos lo que recibieron de sus padres. Cuando alguien no tiene hijos la compensación se realiza haciendo algo por otros.
En una pareja, aceptar que es una relación de iguales, por lo que ambos dan y ambos reciben. Si se mantiene un cierto equilibrio en el intercambio, la relación crece. Pero si uno da mucho y el otro da poco, o si uno da y el otro se niega a tomar, el equilibrio se rompe y pone en peligro la continuidad de la pareja.
3ª Ley: LA JERARQUÍA
Cada uno de nosotros ha nacido en el lugar exacto que le corresponde. Piensa el lugar que ocupas en tu familia, el primer hijo será siempre el primer hijo, aunque haya muerto, también cuentan los abortos que las madres hayan tenido. Así está el abuelo antes que el padre, la primera pareja de amor antes que la segunda. La pareja conyugal tiene prioridad frente a la pareja parental. |
Los padres tienen prioridad respecto de los hijos porque llegaron primero; y los padres deben comportarse como padres y los hijos como hijos. Si el orden se invierte y los hijos parecen más fuertes que sus padres, entonces los hijos no tienen en quién protegerse frente a sus dificultades.
Aunque se quejen y protesten, todos los niños agradecen que sus padres asuman la autoridad y que les marquen límites razonables y coherentes.
La prioridad entre hermanos se da por el orden en que fueron llegando y ninguno debe ser excluido, aunque no esté vivo. El que llega nuevo debe respeto a los que estaban antes. Cuando los que estaban antes se sienten respetados, se vuelcan en amor y servicio hacia el nuevo.
También es importante la función que desempeña, un miembro cuya función es más importante para la supervivencia o el mantenimiento del sistema tiene prioridad.
Cuando en una constelación cada cual ocupa su lugar, todo el sistema se relaja y las personas se sienten bien.
Es importante el respeto por el lugar que ocupa cada miembro del sistema familiar según su llegada y su función dentro del sistema.
Tomo con alegría y con amor la vida que me disteis y os doy las gracias.
CERRAR UN CICLO
Siempre es preciso saber cuándo se acaba
una etapa de la vida.
Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir. Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, o terminar capítulos, como quieras llamarlo... no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron.
Saber cerrar ciclos es fundamental para nuestra salud y bienestar psicológico.
¿Terminó tu trabajo? ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en casa de tus padres?,¿Te has ido a vivir a otro país?.
Puedes pasarte mucho tiempo preguntándote por qué ha sucedido algo así. Puedes decirte a ti mismo que no darás un paso más hasta entender por qué motivo esas cosas que eran tan importantes en tu vida se convirtieron de repente en polvo.
Pero una actitud así supondrá un desgaste inmenso para todos, porque en la vida, tú, tu cónyuge, tus amigos, tus hijos, tu hermano; todos estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, pasando página, mirando hacia delante, y todos sufrirán al verte paralizado.
Por eso es tan importante (¡por muy doloroso que sea!) destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, vender o regalar libros. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse. Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No esperes que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor. Deja de encender tu televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra cómo has sufrido con determinada pérdida: eso no hace sino envenenarte.
Deshacerse de ciertos recuerdos, significa también, dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar.
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú... Suelta el resentimiento.
Deja de encender tu televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra cómo has sufrido con determinada pérdida: lo único que consigues es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.
Nada hay más peligroso que las rupturas amorosas que no aceptamos, las promesas de empleo que no tienen fecha de inicio, las decisiones siempre pospuestas en espera del "momento ideal".
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando puertas abiertas "por si acaso", nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron?.
Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Antes de comenzar
un nuevo capítulo
hay que terminar
el anterior.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió y hay que soltarlo. El pasado no volverá: no podemos ser eternamente niños, ni adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, amantes que reviven día y noche su relación con una persona que se fue para no volver.
Es un proceso de aprender a desprenderse: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. No podemos tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
Es salud mental, amor por tí mismo desprender lo que ya no está en tu vida. ¡Esa es la vida!
Paulo CoelhoLA RELACIÓN DE PAREJA
Cuando te enfocas en aquello que tu pareja no tiene, cuando prestas toda tu atención a eso que todavía hace falta en tu relación, a lo que todavía le falta lograr, cuando te fijas en sus fallas, en lo que "debería" ser en este momento, provocas que tu satisfacción dependa de que esta persona cambie y entras en una especie de guerra, a veces sutil y a veces no tan sutilmente. | |
Ahora te expresas desde un estado de limitación, desde un estado de insatisfacción, desde un estado de tensión y muy poca libertad, y no desde la profunda paz que eres. Ahora resulta que ella es la responsable de tu felicidad.
En realidad tú no quieres a éste que se encuentra frente a ti, lo que quieres es una imagen, a una persona ideal.
Ahora existe una tensión (una brecha) entre quién es esa persona y quién no es, y tu alegría está ubicada en el futuro, o por lo menos así es como se siente. Ahora te sientes desconectado y con el anhelo de conectarte de nuevo, con el tiempo. Sientes que verdaderamente no te puedes volver a conectar a menos que cambie.
Lo culpas por tu falta de conexión. Y desde tu sentido limitado, de culpa, de decepción, de frustración e incluso de enojo, ¡esperas a que se dé algún tipo de cura o transformación!
Sin embargo, nadie cambia
porque tú quieras que cambie.
¿Alguna vez has cambiado tú cuando alguien intentó cambiarte? ¿Qué no acaso te sentiste manipulado o ignorado?¿Podrías convivir con tu pareja tal y como es en este momento? ¿Podrías olvidar el futuro, la esperanza, tan sólo por un momento?
Y desde ese sitio de profunda conexión, desde ese estado de alegría y claridad ¿podrías expresar tu verdad, no con la intención de que cambie, sino de tal forma que puedas darle a entender un poco mejor cómo te sientes?
¿Podrías escuchar sin prejuicios y dejar de lado la 'historia' acerca de su relación (las exigencias, las expectativas, el pasado, las 'reglas') y simplemente relacionarse, aquí y ahora, como iguales?
Cuando tu pareja se siente más conectada contigo, cuando se siente escuchada, a salvo; cuando tu relación se basa en el momento presente, cuando sientes la libertad de expresar tu verdad, cuando todas las imágenes se desvanecen, cuando tu enfoque no está en aquello que hace falta o en lo que se ha perdido, sino en lo que está presente justo en esta habitación, ¿acaso sientes la necesidad de que alguien cambie? ¿Necesitas acaso algún futuro? ¿Independientemente de que te quedes o que te vayas el día de mañana, independientemente de que tu pareja cambie o no, podrías estar en paz con las cosas tal y como son y vivir desde ahí?
Esto no es pasividad, sino una conexión profunda con la vida, es la fuente de toda acción clara, inteligente y creativa, es el sitio en donde surgen todas las decisiones.
Tal vez no necesitemos esperar a que se dé un cambio el día de mañana para que podamos conectarnos en este momento. Tal vez el cambio se dé no a través de la fuerza o de la presión, sino por el hecho de permitirlo desde un profundamente conectado y alineado Ahora. Quizás así dejemos de convivir en un sueño y empecemos a hacerlo en esta misma habitación.
Jeff Foster (Traducido por Tarsila Murguía)
EL PODER DE LA VULNERABILIDAD
Mi vulnerabilidad,
mi mayor fortaleza
Te invito a que me acompañes a explorar las respuestas a estas preguntas:
- ¿Qué hay detrás de nuestro miedo a ser vulnerables?
- ¿Cómo nos estamos protegiendo de la vulnerabilidad?
- ¿Qué precio estamos pagando cuando nos cerramos y nos desconectamos?
- ¿Cómo aceptamos y nos conectamos con nuestra vulnerabilidad para empezar a transformar nuestra forma de vivir, amar, educar y guiar?
Mito 1:
LA VULNERABILIDAD ES UNA DEBILIDAD
Vulnerabilidad nos suena a debilidad, fragilidad. Es un estado que inmediatamente nos contacta con el miedo; sobre todo a los que poseemos caracteres controladores u orientados a la acción.
Mostrarnos vulnerables no es lo mismo que mostrarnos débiles, y que, por el contrario, para hacerlo se requiere de fortaleza y seguridad en sí mismo.
La percepción de que mostrarse vulnerable es un signo de debilidad es uno de los mitos más aceptados y a la vez más peligrosos de nuestra cultura: creer que sentir es debilidad.
Crecemos pensando que ser 'fuertes' es algo a lo cual tenemos que aspirar.
La vulnerabilidad es al esencia de todas la emociones y sentimientos.
Sentir significa ser vulnerable
Así que es necesaria cierta dosis de valentía y perseverancia para contactar con esa parte tan necesaria; porque nos hace darnos cuenta de lo que nos daña y nos pone en contacto con qué es lo que necesito, qué es lo que me hace bien.
El hecho de poder cambiar una situación que nos está haciendo daño conlleva primero aceptar que nos pueden hacer daño para después identificar qué es lo que nos hace daño y desde aquí poder establecer un límite para poder decir que no a una petición, a una situación, a una agresión.
Si nos consideramos invulnerables, es posible que estemos siendo dañados, invadidos y no nos demos cuenta, y nos dejemos invadir por el otro...
Nos ayuda a identificar qué nos daña, nos da la posibilidad de establecer límites de lo que no queremos o nos daña.
La Vulnerabilidad va unida a la Autenticidad
Es decir, a la posibilidad de que establezcamos relaciones más reales, menos teñidas por el miedo. Nos hace más cercanos y accesibles, más humanos. Nos da la posibilidad de experimentar nuevas maneras de relacionarnos, confiando y abriéndonos a los demás.
Construimos desde niños, piedra a piedra, una fortaleza donde esconder nuestro yo íntimo, que creemos frágil y poco merecedor de afectos. Así que lo que mostramos a nuestro entorno son las murallas que hemos creado, convencidos de que así llegamos a los que queremos, pensando que proyectamos algo mejor que nosotros mismos, lo que "deberíamos ser": debemos ser fuertes, autónomos, seguros, independientes, eficaces, inteligentes, serviciales, amables, buenos, capaces, divertidos o confiables a toda costa, siempre y en todo momento.
Poder mostrarse vulnerable puede ser muy liberador, nos permite soltar nuestras corazas y defensas, ya que resultan pesadas y agotadoras. Y a partir de ese momento es cuando vemos lo que hay, lo que somos y cómo somos,... entonces se abre el camino incierto de aceptarnos y querernos tal y como somos, de sentirnos dignos de ser así. De atrevernos a mostrarnos a los otros tal y como somos; poco a poco con menos máscaras; intentando manipular cada vez menos. Confiando en que seremos queridos y aceptados y asumiendo que podemos ser rechazados o no gustar o no ser queridos... Sin que por ello dejemos de ser dignos de ser quien somos. | |
ES IMPORTANTE RECONOCER NUESTRAS
VULNERABILIDADES
No somos débiles cuando nos mostramos tal y como somos,
sino auténticos.
¿De dónde viene el malestar?
El malestar no viene de ser sensibles, tiernos y vulnerables, sino de nuestra lucha interna por rechazar lo que sentimos y de nuestra propia agresión interna por vernos con estas cualidades.
Cuando optamos por la estrategia de la insensibilización, que solemos confundir con fortaleza, entonces pagamos un alto coste. Insensibilizarse es cerrar la puerta a la cercanía, al afecto, a la relación auténtica, a todo lo que nos hace humanos y hace que nuestra vida merezca la pena ser vivida.
Nos desconectamos de nosotros mismos y de los que nos rodean. Raramente conseguimos nuestro objetivo de no sentir absolutamente nada que nos incomode. Siempre hay emociones que quedan y sin saberlo conscientemente, estamos optando por el miedo, el aislamiento, el conflicto con nosotros mismos y con el otro. De ellas surgen la intransigencia y la intolerancia.
Pensamos que aniquilando al de afuera, aniquilaremos a nuestro propio monstruo interior, y por fin lograremos estar en paz, sin ansiedad,... Pero no funciona.
Lo que descubrió la Dra. Brown es que las personas que eran capaces de mostrar su vulnerabilidad eran quienes no sólo tenían una relación más sana consigo mismas, sino que eran las más valientes,... las más queridas. Y todo esto como resultado de su autenticidad. Descubrió que aquello que los hacía vulnerables era al mismo tiempo lo que los hacía bellos y queribles ante los demás.
¿Has insensibilizado tu vulnerabilidad?
No podemos insensibilizar selectivamente una emoción o sentimiento (la pena, la vergüenza, el miedo, la vulnerabilidad) si no queremos sentir alguna de las anteriores terminamos por no sentir ninguna y para ello usamos medicamentos, adicciones, comida,... No podemos insensibilizar los sentimientos que producen malestar sin insensibilizar otros afectos. No podemos anular un lado sin anular el otro. Gratitud, felicidad, alegría, también se insensibilizan y luego nos sentimos perdidos, sin sentido en la vida y en consecuencia,... más vulnerables.
También nos insensibilizamos pretendiendo convertir la incertidumbre en certeza. Necesitando tener control y seguridad sobre todas las cosas. Expresiones como: tengo razón, tú te equivocas, cállate, no sabes nada, tienes que hacer tal o cual cosa. Mientras más miedo tenemos más vulnerables somos, entonces buscamos certezas y control en un mundo en el que lo único constante es el cambio.
También buscamos perfeccionar. Quitamos la grasa de un lado y la llevamos a otro. Estiramos la piel, cubrimos las canas. Queremos perfeccionar a quienes están alrededor, creemos que sabemos qué tienen que hacer y cómo. Nos engañamos creyendo que lo que hacemos no tiene consecuencias en otras personas. Que nuestras demandas, opiniones y expectativas no lesionan la vulnerabilidad del otro.
> Brené Brown*. "Frágil. El poder de la vulnerabilidad"
BIBLIOGRAFÍA de CONSTELACIONES FAMILIARES
BERT HELLINGER
ORDENES DEL AMOR. Bert Hellinger. Ed. Herder.
FELICIDAD QUE PERMANECE. Bert Hellinger. Ed. Rigden-Institut Gestalt.
Bert Hellinger nos conmueve apuntando hacia un lugar en el que por mediación del espíritu, la felicidad que tanto anhelamos se vuelve sencilla, asequible y luminosa para todos. Con su proverbial sabiduría, nos enseña a profundizar en nuestras relaciones humanas para que la felicidad dure en lugar de quebrarse ante la primera dificultad que se presente..
RECONOCER LO QUE ES. Bert Hellinger y Gabriele ten Hövel. Ed. Herder.
Gabriela ten Höver, quedó fascinada por el estilo de trabajo de éste excepcional terapeuta y entabló un intenso diálogo con él para comprender las aparentes paradojas de su técnica. A lo largo de sus páginas, se aprende y profundiza y llegamos a entender en qué consiste este novedoso (rápido según Hellinger) método de mejora psicológica.
EL MANANTIAL NO TIENE QUE PREGUNTAR POR EL CAMINO. Bert Hellinger. Ed. Alma Lepik.
IMÁGENES QUE SOLUCIONAN. Bert Hellinger / Tiiu Bolzmann. Ed. Alma Lepik.
Libro de aprendizaje que nos permite acceder a respuestas que nos ayuden a comprender los temas familiares y personales. Se transcribe un taller de Constelaciones familiares, dirigido por Bert Hellinger en Buenos Aires (Abril, 2001). Se trata de historias familiares comunes, secretos familiares, encuentros entre padres e hijos, problemas de pareja, destinos difíciles,...
DESPUÉS DEL CONFLICTO, LA PAZ. Bert Hellinger. Ed. Alma Lepik.
Bert Hellinger presenta su visión global del mundo y se concentra en los mecanismos del alma que llevan a los grandes conflictos: las guerras entre pueblos y religiones. Los conflictos son parte de la vida del hombre. Nuestros conflictos pequeños, cotidianos, son normales. En definitiva, sirven para crecer. En contraposición con ellos, existen también los grandes conflictos, los que se manifiestan entre pueblos y grupos étnicos.
EL CENTRO SE DISTINGUE POR SU LEVEDAD. Bert Hellinger. Ed. Herder.
LA PUNTA DEL OVILLO. Bert Hellinger. Ed. Alma Lepik.
En las 63 terapias breves documentadas por primera vez en este libro las soluciones surgen directamente de los acontecimientos y, por consiguiente, son siempre distintas y únicas. Bert Hellinger intercala comentarios aclaratorios adicionales, como, por ejemplo, respecto del duelo, de los muertos, de las causas de enfermedades graves o de suicidio, y describe el camino del conocimiento que lleva a la gran variedad de las soluciones aquí documentadas.
LOS ÓRDENES DE LA AYUDA. Bert Hellinger. Ed. Alma Lepik.
RELIGIÓN, PSICOTERAPIA Y CURA DE ALMAS. Bert Hellinger. Ed. Herder
Un alma común une y dirige a una familia- un hecho documentado por Bert Hellinger en muchas de sus publicaciones. Su método de Constelaciones Familiares demuestra que nos hallamos comprendidos en órdenes y contextos que influyen sobre nuestras vidas independientemente de nuestros temores o deseos. Las profundas consecuencias del Holocausto para las generaciones siguientes serían sólo una prueba de ello.
OTROS AUTORES
SIN RAÍCES NO HAY ALAS. Bertold Ulsamer. Ed. Luciérnaga.
Raras veces los hijos se atreven a llevar una vida más feliz y plena que la de sus padres. De forma inconsciente se mantienen fieles a una tradición familiar no manifestada y que actúa ocultamente. Así, los hijos repiten patrones de conducta y experimentan un destino similar al de sus padres. La terapia sistemática ha encontrado un camino mediante las llamadas constelaciones familiares para poner al descubierto los vínculos y presiones familiares que continúan teniendo influencia sobre el individuo subliminalmente.
LOGRAR EL AMOR EN LA PAREJA. Johannes Neuhauser. Ed. Herder.
El trabajo terapéutico de Bert Hellinger con parejas, el ciclo vital en toda relación de pareja: el primer enamoramiento, el vínculo, la relación lograda, la paternidad o la esterilidad compartidas, la clara separación o el nuevo comienzo, las crisis dolorosas en la relación de pareja, las implicaciones en las familias de origen y su solución, el envejecer juntos y la muerte... el amor homosexual o la inseminación artificial, abren nuevos horizontes.
AY MIS ANCESTROS. Anne Ancelin Schützenberger. Ed. Edicial
Somos un eslabón en la cadena de las generaciones, y debemos a veces, 'pagar las deudas' del pasado de nuestros ancestros. Se trata de una especie de 'lealtad invisible' que nos impulsa a repetir, lo queramos o no, lo sepamos o no, situaciones agradables o acontecimientos dolorosos. Somos menos libres de lo que creemos, pero tenemos la posibilidad de reconquistar nuestra libertad y de salir de nuestro destino repetitivo de nuestra historia si comprendemos los lazos complejos que se han tejido en nuestra familia.
SI SUPIERAN CUÁNTO LOS AMO. HELLINGER, Bert - PREKOP, Jirina
Algunos niños representan un desafío particular para su entorno. Los esfuerzos de padres, maestros, terapeutas parecen inútiles... ¿Cuáles podrían ser las causas de esas extrañas conductas infantiles?. Jirina Prekop y Bert Hellinger reconocen que, con frecuencia, las causas se encuentran ocultas y son el resultado de un orden dañado del sistema familiar. Muestran cómo los afectados recurren a dos métodos terapéuticos poco comunes: se sirven de las Constelaciones familiares para descubrir enredos sistémicos y de la Terapia de contención que les permite asimilar emocionalmente lo experimentado durante la constelación.
AUNQUE ME CUESTE LA VIDA. Stephan Hausner. Ed. Alma Lepik
Hay muchas razones por las que algunos pacientes, a pesar de todo el arte de la medicina, no muestran reacciones positivas respecto a la terapia médica. Stephan Hausner, médico Naturópata, ha constatado cómo implicaciones transgeneracionales y conexiones en las dinámicas familiares se pueden convertir en un obstáculo en el camino hacia la salud. Las Constelaciones Familiares pueden servir de apoyo a un tratamiento médico, en especial cuando éste no ha resultado exitoso.
ENFERMEDAD QUE SANA. Ilse Kutschera. Ed. Alma Lepik
"El cuerpo comienza a clamar cuando se ignoran sus necesidades espirituales". La Dra. Ilse Kutschera, médica especialista en medicina interna y cardiología, ha hecho esta observación en el curso de su práctica de muchos años. La pregunta central de su trabajo es saber cuándo aparecen los síntomas y dónde radican las causas. En el método de las Constelaciones Familiares, encontró un enfoque terapéutico que complementa su punto de vista como médica.
MIS ANTEPASADOS ME DUELEN. Patrice Van Eersel-Catherine Maillard. Ed. Obelisco
Ninguno de nosotros está únicamente determinado por el triángulo papá-mamá-bebé, sino por una cascada de influencias que llegan de todo nuestro árbol genealógico. Bajo el lema "estés donde estés tu familia siempre está contigo: acéptala y bendícela pero libérate de ella", la psicogenealogía emerge en muchas prácticas y escuelas. Este libro presenta éstas prácticas y escuelas a través de entrevistas con los principales actores de este movimiento.
FELICIDAD DUAL. Gunthard Weber. Ed. Herder.
Las condiciones que contribuyen al éxito o al fracaso de las relaciones entre hombre y mujer, entre padres e hijos. Abordan los "Ordenes de Amor", las consecuencias de una infracción de este orden y, sobre todo, las salidas y soluciones positivas.
Se enfocan procesos fundamentales de la existencia humana y de la convivencia familiar, como pueden ser el derecho a formar parte, la exclusión de algún miembro de la familia, el "tomar" a los padres, la igualidad de derechos en la relación de pareja, el asentimiento al propio destino.
Las comprensiones y los procedimientos de Bert Hellinger nos tocan inmediatamente, librando fuerzas que raras veces se experimentan en psicoterapia con semejante intensidad. Sus ideas y conclusiones acerca del origen de implicaciones transgeneracionales abren paso a una dimensión nueva en la terapia de historias familiares trágicas. Sus soluciones mediante el trabajo con constelaciones familiares conmueven e impresionan por su sencillez y su suma eficacia.